La actual ermita de San Blas es una construcción que data de 1847, año en que fue reconstruida tras su destrucción por parte de las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia para asegurar la defensa del castillo.
Hasta entonces, la primitiva iglesia se conoció como del Cristo de la Buena Muerte, del Santísimo Sepulcro incluso como Ermita del Santísimo Cristo de la Misericordia. Fue con su reconstrucción cuando dio cabida a la imagen de San Blas.
La ermita es de tapial, con una pequeña nave central y un lateral adosado en su prolongación que forma la sacristía por la que se sube al coro.
La fachada de la ermita, con ojo de buey sobre la puerta de acceso a la ermita, a la altura del coro, se remata con un frontoncillo que sostiene el campanil. Otra puerta más pequeña da acceso a la sacristía en la parte adosada a la izquierda de la nave central. En este adosado cuelgan numerosas ofrendas de cera (exvotos) de los muchos fieles que tiene este santo, abogado de los males de garganta y de otras muchas dolencias, para implorar su protección o sanación.
La festividad de San Blas se celebra el día 3 de febrero y forma parte de los llamados «Santos Viejos» en Manzanares.
Descubre
MANZANARES