Obra del Siglo XVI, restaurada en el XX, de estilo renacentista , de la que solo se conserva la antigua portada de la Iglesia.
Las religiosas de este convento de clausura dedican parte de su tiempo a la elaboración y venta de los excelentes dulces «Pelusas» y sus famosos «Caprichos de Dulcinea«.
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EL TOBOSO