Ubicado en el antiguo Convento de San José (s.XVII), el “FORMMA, Museo de la Alfarería de la Mancha”, exhibe una amplia muestra de piezas procedentes de los principales núcleos productores de la comarca manchega. Barreros, cantareros, cantarilleras, tinajeros moldearon el barro durante siglos hasta conseguir la forma óptima para satisfacer cada necesidad del día a día.
El Museo dispone de tres plantas, cada una dedicada a una temática diferente de la cerámica manchega:
Semisótano, MANOS CREADORAS. Aquí podremos conocer el proceso de producción alfarera, donde se representa los aspectos tecnológicos del barro manchego.
Entreplanta, DE TODO EN BARRO. Recoge el repertorio y tipologías en cerámica: para el fuego y la cocina (el vedriao), para líquidos (vasijas para agua, vino y leche) y piezas especiales para jugar y otros usos.
Planta superior, EN CASA Y EN EL CAMPO. Esta planta está dedicada a los usos cotidianos que tienen estos objetos, tanto en las faenas domésticas, como en las faenas del campo (pastoreo, matanza del cerdo, oleicultura, viticultura y cereal).
La colección, cedida por Jesús María Lizcano Tejado, incluye: aperos de labranza, objetos de esparto, mobiliario agrícola y utensilios e imágenes antiguas, lo que permite conocer los viejos modos de vida manchegos, que han pervivido hasta épocas muy recientes por la amplia base rural y la tardía industrialización de esta tierra.
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